La Basílica de San Marcos representa con su riqueza de artes y materiales constructivos la grandeza del instituto ducal y de la misma Serenísima. Desde el año 828 es la capilla privada del Dux de Venecia, un edificio sacro ubicado al lado del Palacio Ducal, ideado para recoger los restos “robados” en Alejandría de Egipto del Santo Patrono, el Evangelista Marcos.
La Basílica constituye una arquitectura única, por su estructura, por la riqueza de las etapas constructivas y por la decoración musivaria y del pavimento. La Basílica de San Marcos, tal como se la observa hoy, es el resultado de la tercera gran etapa constructiva, que tiene inicio en 1063. Las modificaciones y transformaciones se prolongan por siglos: al final queda un edificio de singular pompa que tiene frente a una gran plaza, obtenida enterrando el río Batario.
Las decoraciones externas que se pueden admirar en el tour virtual, se deben en gran parte al renacimiento arquitectónico de principios del siglo XIII, cuando después de la IV Cruzada, Venecia se convirtió en protagonista absoluta en el Mediterráneo oriental y asumiò el control, económicamente y políticamente, la misma Constantinopla. De Constantinopla proceden los estilos decorativos y, especialmente –como “trofeos”- provienen las esculturas, columnas, los capiteles y lastres de mármol que definen el ornamento de un edificio religioso que parece siempre más “oriental”.
Con la arquitectura y la pompa del edificio marciano se completa la transferencia ideológica y material en occidente, en Venecia, de la herencia espiritual y material del antiguo Bizancio.