
En esta fase algunos elementos de la estatua fueron retocados y refundidos en el cuerpo del león.
El hecho que no existan signos de la presencia de las alas deja suponer que la estatua en esta ´poca no fue alada.
En el lado del león, trazos de un mechón parcialmente cincelado demuestran como en esta fase la cola corría a lo largo del cuerpo.
Para las omisiones en el área de la cabeza se ha supuesto que han sido retiradas partes de la estatua no más alineadas con los ideales estéticos y culturales de la época.
Fuentes históricas certifican a Tarso como sede episcopal desde el siglo IV d.C.; por ende, resulta inverosímil que la estatua de una divinidad pagana puede ser destruida y el león – grifón retocado, transformando el bronce en un simple león.