
A fines del siglo XI, los mercaderes venecianos frecuentaban el golfo de Alessandretta y, en forma más general, los territorios del mediterráneo Oriental; por ende, es probable que durante uno de sus viajes se hayan apropiado de la estatua del León.
Algunas plumas ubicadas al lado derecho dan testimonio del cambio de rol que el león asumió en la ideología de quien lo poseyó, al punto de ser transformado en el símbolo del Evangelista Marcos.
Se supone que en el curso del siglo XII, los venecianos se adueñaron de la estatua ya reducida a un simple león pero no se ha establecido aún si la transformación en símbolo de San Marcos se realizó en Venecia o en Oriente. No se sabe ni siquiera si en el momento en el que se levantaron las columnas, en 1173, el León se encontraba ya ubicado en la Plazoleta.